Empieza la Guerra Parte 19

El Choque de las Sombras 5ª Parte
“Sálvame”
Por Cananeo Campos Camacho


“Palacio de los Papas”, Avignon, Francia… año 1976, acaban de ser robados 119 cuadros de la última época de Pablo Picasso, entre el alboroto nadie es capaz de percibir como uno de los muros comienza a bambolearse con una imagen prácticamente gelatinosa como si se tratara de un recipiente enorme de agua en vertical la cual vibrara... de imprevisto cae al suelo como desprendiéndose del cuadro que está en la pared la sombría figura de un hombre cubierto con una túnica de color rojo sangre...

Aturdido y aún levantándose del suelo, Lóbrego escucha en su mente... “Vaya, se sintió exactamente igual de mal que la última vez que hicimos esto”, con una sonrisa y en tono irónico Lóbrego dice, -Tenías tanto sin hablarme que llegué a pensar que ya no estabas ahí-, “Tenemos que irnos, hay mucho alboroto aquí...” vuelve a escuchar la voz en su mente, -Eso no es nada nuevo-, responde, -¿Dónde se supone que estamos?-... No alcanza a decir más cuando ve acercarse dos figuras a unos metros de él.



- ¡Élevé, ne se déplace pas!- Se escuchan los gritos de dos oficiales desde el otro lado del pasillo.

- ¡Ah! humanos... –dice Lóbrego- no sé que están diciendo pero reconozco ese tono de voz-, los desafortunados oficiales solo alcanzan a ver como la sombría figura que se postra enfrente de ellos desaparece ante sus ojos sin dejar rastro de su presencia, un instante después el pasillo rápidamente comienza a llenarse por el personal del museo, preguntando insistente el jefe de seguridad a los dos oficiales que es lo que ocurre, los dos no pueden dejar de mirarse el uno al otro respondiendo al mismo tiempo:

- ¡Nada!

Aún de madrugada sobre el cielo francés Lóbrego va levitando entre las construcciones de formas nunca antes vistas por él, busca el edificio más alto para detenerse un momento, está cansado y herido de la batalla que acaba de librar, debe encontrar refugio seguro pero también quiere admirar el paisaje que le muestra este nuevo mundo mientras medita... “¡Era mejor hacerles creer que vieron un fantasma!... Un nuevo mundo, un nuevo comienzo, mis hermanos están aquí, en algún lugar, ¿y tú? mi misteriosa compañera, ¿finalmente podré conocerte?”

Ruidos extraños y muchas voces llaman su atención, entre las sombras y desde lo alto del edificio deja ir su mirada para ver con asombro “¿Qué es lo que sucede?”, se pregunta, “Mucha gente sonriendo, entrando y saliendo de ese lugar, mira sus atuendos, ¡¿vampiros?!”

“Debo verme diferente si no quiero llamar la atención”, piensa mientras sus ropas van cambiando de forma, busca una callejuela para poder bajar sin ser visto, “No entendemos el idioma, pero podemos leer su mente”, de nuevo escucha esa voz.

Luciendo ahora una larga gabardina negra se para enfrente de la puerta de ese lugar, de este bar gótico donde para muchas personas todos tendrían aspectos extraños, pero es en ese extraño sitio donde él se siente por ahora más cómodo.

“Todos los que se encuentran en este lugar lucen igual que yo: confundidos y solos. Podré encontrar en este sitio todo lo que necesito, aparentemente si, pero no respuestas. Nadie tiene respuestas… simplemente es sangre, placer y diversión…”

Se acerca a él una muchacha no mayor de 20 años, le pide fuego y él ordena un trago, al verla a los ojos entra en su mente, puede saber con lo que sueña y más dudas surgen mientras el hambre crece, esa chica era tan bella, tan viva, con tantos sueños… “¿de qué se trata todo esto?, ¡humanos jugando a ser vampiros!, tengo tanta hambre que por un momento me dieron ganas de consumir su existencia, pero creo que más bien es por la molestia que sentí…”

Toma en sus manos la copa y se mueve de ese lugar, da una rápida mirada a su alrededor mientras la música de Velvet Underground resuena en ese oscuro lugar solo para darse cuenta que un par de mujeres lo siguen con la mirada, ellas también parecen sedientas…

Comienzan a besarlo y a tocar sus ropas al ritmo de la música, pero al sentir su piel fría y no sentir el latir de su corazón se alejan rápidamente de él…

El ansia y la sed comienzan a recorrer el cuerpo de Lóbrego, acaba de terminar una batalla de la que no le resultó nada fácil salir con vida, aún está débil mas por instinto toma a una por el cuello y la estrecha junto a él rápidamente mientras los recuerdos de la joven pasan a la mente de Lóbrego…

- Sé lo que eres, -dice la joven con voz suave-, ¡aliméntate de mí!

- No tienes idea lo que estas pidiendo, -responde Lóbrego-, eres muy joven, y estas muriendo, no entiendo bien de qué… pero… tu vida…

- ¡Yo ya no tengo vida! -interrumpe la joven- haz lo que te pido, por favor -cayendo en llanto-, no estoy lista para irme… “sálvame”…

Lóbrego guarda silencio mientras escudriña aún más en la mente de la joven mientras la canción “I Found A Reason” comienza a sonar, para nadie que esté a unos metros de ellos les resultaría extraño su comportamiento, toma a la joven en un abrazo pero no están solos, la otra mujer se queda paralizada mientras ve el rostro de su compañera bañado en agonía y éxtasis, entre la droga y la pérdida de sangre es una imagen que nunca se le va a poder olvidar.

Comienza poco a poco a consumir su vida y cambiarla por la maldición que lleva con él, mientras los pensamientos de la joven confunden la mente de Lóbrego… “Consumir sus vidas como una vez consumieron la mía, escucha en susurros, “sálvame”, de cada presa, ¿porque la necesidad de seducir, devorar y huir?...”

“¿Por qué me escogió a mí?”, piensa Lóbrego y mientras medita… “No recuerdo cuándo fue la última ocasión que escuché algo consanguíneo al amor de una mujer hacia mí, cuándo fue la ultima vez que disfruté de la compañía de un amigo, cuándo dejaré de sentir esta agonía de no poder gritarle al mundo lo que soy…”

Lugar… apartamento de Cécile…

Despierta asustada preguntando -¿Ya es de mañana?-, “¡No!” escucha como un eco en su mente, “has dormido todo el día, es de noche nuevamente…”

A un lado de su cama sigue en pie la figura de Lóbrego simplemente observándola, piensa “Que razón tenía al intentar cambiar, para seguir luchando, siempre que el mundo te derrota, hay que levantarse con más fuerza…”

- ¿Cuál es tu nombre? -pregunta Cécile.

- Tienes que entender, -dice Lóbrego-, que no se puede ir contra siglos de oscuridad, nunca debes matar por el placer de hacerlo, nunca deben saber lo que eres porque he visto el temor en los corazones de los humanos, ojala bastase con soñarlo para cambiarlo pero no es así, es la realidad de tu mundo y ahora tu vives en otra realidad.

- Dices que los seres de la noche tenemos que ser discretos, nadie debe saber realmente de nosotros, qué somos, qué sentimos, para qué existimos... ¿a eso te refieres? -Pregunta Cécile.
Lóbrego le responde con voz tranquila, -También tenemos la habilidad de estar y no estar, de ser para no ser… Mi nombre es Lóbrego, y Cécile, que nunca se te olvide todo lo que acabo de decir… escucha… -dice Lóbrego con voz insistente- Ser inmortal suena bien, cuando sólo eres un simple mortal, con problemas, amores y desamores, pero cuando dejes de sentir que tu corazón late en tu pecho, cuando el sol quema tus ilusiones y el hambre corroe tu cuerpo, el mundo te deja de parecer inmenso y la vida, si se le puede llamar vida, se convierte en una maldición.

“Así comienza mi vida como inmortal en este mundo sin encontrar a alguien que me guié por el camino donde pueda dar respuesta a todas mis preguntas, pero… te lo juro… tu imagen vive en mí, el sueño de despertar a tu lado mantiene mi alma al borde, esperando escuchar tu voz a lo lejos, ilusionado con probar tus labios y que el calor de tu cuerpo le de un poco al mío…

El latir de tu corazón…
Tu aroma en mis sueños envélese mis sentidos me estremece, en un lugar sin nombre, me transporta al infinito me sacas de esta eterna pesadilla la tersura de tu piel bajo el frío de mi cuerpo mudo, inmaculado por el rose obligándome a salir del transe de tus ojos para descubrir que solo eres un hermoso sueño que está tan lejos de mí produciendo esa extraña sensación de desear… lo prohibido, ¡tal vez!, pero bella mujer de mis sueños… seguiré intentando encontrarte…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso!! Me da gusto saber que sigues escribiendo Cananeo!

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