Empieza la Guerra Parte 18

El Choque de las Sombras 4ª Parte
"Voy a Cruzar"
Por Cananeo Campos Camacho


Debido al desconcierto provocado por Lóbrego, la batalla en la llanura no dura mucho.

Herú porta una mascara de cuero con puntas afiladas de plata que luce manchada con sangre, a unos metros de él, Lóbrego alcanza a ver a su corcel bañado en sangre y herido, levantado en sus patas traseras, deja ver en sus herraduras afiladas navajas de plata con las que arremete ferozmente contra un Licántropo.

Mientras tanto, Lóbrego parado sobre el cuerpo sin vida de tres Hombres Lobo atraviesa el pecho de lo que él pensaba era el último Licántropo que se mantenía en pie… Un peculiar sonido llama su atención y lanza una mirada a lo alto de la colina.



Sus ojos se llenan de asombro por un momento al ver el cielo de la noche cubrirse con una gran nube de flechas en llamas, pero su atención es distraída por el relinchar doliente de su caballo. Reacciona y lanzándose velozmente sobre el Licántropo que no alcanza más que a voltear para que su cabeza sea cortada a la mitad por el filo de la espada llena de rabia de Lóbrego.

Con las primeras flechas cayendo a unos pasos de él, Lóbrego mueve el cuerpo sin vida de su corcel y se coloca debajo, no hay tiempo para una despedida. Se alcanzan a escuchar de nueva cuenta los aullidos a lo lejos, ahora vienen bajando de la montaña y del llano cerrando aparentemente toda posibilidad de escape.

Desde lo alto de la colina, Nix observa con ojos encendidos la lluvia de flechas caer mientras Alrik espada en mano baja la colina acompañado de una docena más de sus compañeros convertidos en Licántropos, de entre el bosque comienza a salir una docena más acompañados por algunos humanos a caballo acercándose velozmente a revisar el terreno esperando no dar la mínima oportunidad a su presa.

Lóbrego resguardándose bajo el cuerpo de Herú ha iniciado una profunda meditación repitiendo palabras en un lenguaje extraño, su cuerpo comienza a ser cubierto lentamente por una especie de nube brillante, rápidamente la luz comienza a hacerse tan intensa que comienza a lanzar halos de luz a unos metros de él.

Desde lo alto Nix lo observa ahora con un gesto de incredulidad y asombro.

Humanos y Licántropos continúan su avance sobre su blanco.

Hablando a la dualidad que habita en él, Lóbrego comienza a hacer contacto con los seres que habitan en el bosque. El paisaje de la llanura aparece ahora casi cubierto en su totalidad por flechas mientras algunos árboles comienzan a arder, mientras tanto, la luz emanada del cuerpo de Lóbrego es ahora mucho más intensa.

Alrik agita su espada dando la orden -¡Acábenlo!- En ese momento desde detrás de las filas que salen del bosque comienzan a escucharse gritos desconcertados de los humanos.

- ¡Nos atacan!

- ¡Nos atacan!, -repite Alrik-, ¿qué está pasando?

De entre los árboles comienzan a saltar figuras parecidas a pequeños osos con figura humanoide, estas peculiares criaturas utilizan rápidamente sus garras y colmillos para clavarse en los cuerpos de Humanos y Licántropos por igual.

- ¡Docenas de pequeñas bestias nos están atacando! -dice Alrik con asombro mientras voltea a ver a Lóbrego, quien comienza a ponerse lentamente en pie, el aura de luz brilla intensamente y rodea su cuerpo mientras mantiene sus manos cerca de su pecho.

A unos metros de la figura de Lóbrego, Alrik lo observa con ojos expectantes. Lóbrego mantiene los ojos cerrados, nada perturba su meditación, es por un momento como si ellos no estuvieran ahí, al ver eso, detiene su acelerada marcha quedando atrás de los Licántropos que se abalanzan sobre él para ser testigo de algo que sus ojos no alcanzan a comprender, puede sentir el calor irradiado del cuerpo de Lóbrego aún a la distancia donde se encuentra, los Licántropos caen presa de una especie de campo magnético, no los lastima pero se puede ver que les cuesta trabajo moverse con normalidad.

Panquet es el primero en levantar sus garras sobre la aparentemente indefensa figura de Lóbrego, es sorprendido por un zarpazo acompañado de un largo gruñido que lo lanza lejos de él para ser recibido en el aire por la feroz mordida de otro oso, igual de grande que el primero y entre los dos comienzan rápidamente a despedazar el cuerpo del Licántropo.

Los ojos de Alrik casi salen de sus cuencas al no creer lo que está presenciando, enormes osos grizzli defienden al Vampiro mientras uno se mantiene protector a espaldas de Lóbrego, es entonces cuando sus demás compañeros reciben el ataque por sorpresa de media docena más.

Apretando fuertemente el mango de su espada Alrik se lanza al ataque.

Humanos y Licántropos arremeten contra los osos mientras Alrik intenta llegar hasta su presa, de un gran saldo esquiva al oso que estaba a espaldas de Lóbrego, quien al verlo se lanza sobre él para recibirlo en el momento de tocar el suelo con una gran explosión de energía proveniente de sus manos. Con la luz tan intensa, el Licántropo es obligado a cerrar los ojos por un segundo, tiempo suficiente para que Lóbrego arremeta contra su cuerpo rasgando la armadura de cuero que porta el Guerrero Licántropo y dejando unos profundos arañazos en su rostro, inmediatamente se coloca a espaldas del Hombre Lobo para con una orden mental, aparecer en sus manos dos filosas espadas atravesando con ellas el cuerpo de Alrik, y una vez travesado el cuerpo, con un fuerte movimiento lo corta en dos a la altura de su pecho.

Sin estar dispuesto a perder más el tiempo Lóbrego corre a la cima de esta montaña. Con ambas espadas en mano comienza a abrirse camino entre los Licántropos, un par de ellos aún con las pequeñas criaturas semejantes a osos aferradas y colgando de sus cuerpos, los Hombres Lobo se paran frente a Lóbrego para cerrarle el paso.

Una nueva nube de flechas ensombrece la luz de la Luna, pronto Licántropos y osos caen en una misma agonía, Lóbrego observa perturbado la mortal escena cuando es sorprendido por el zarpazo en la espalda de un Licántropo y queda derribado en el suelo.

Es Panquet quien ataca a Lóbrego cuya rabia y el odio que nacen de su corazón le hacen olvidar el dolor que siente por el ataque de los osos. Pronto otros dos más se acercan a ayudar a su compañero que se arroja sobre Lóbrego lanzando una mordida tan fuerte que podría haberle arrancado el brazo, sin embargo, Lóbrego aprovecha que Panquet se encuentra encima de él para clavarle las garras de su mano izquierda en el pecho y dejar salir una ráfaga de fuego que comienza a consumir el cuerpo del Licántropo desde su interior. Lanza el cuerpo en llamas entre aullidos de dolor sobre sus otros dos compañeros.

Arriba, en la cima de la montaña, Nix recibe una visita inesperada, se trata de Mara, el oráculo del templo.

- ¡Haz perdido la batalla aún antes de comenzar!- le dice Mara a Nix. Visiblemente molesto, Nix responde:

- ¡Quiero hacerlo sufrir más antes de matarlo…!

- La muerte no sería un castigo para él, -responde Mara desapareciendo.

- ¡¡Nix!!...- Se escucha el grito de Lóbrego que en ese momento levita hasta llegar a la cima de la montaña, con la mirada llena de rabia finalmente se encuentran. La figura de Nix luce imponente con sus casi dos metros de estatura luciendo su armadura y cubierto por una capa de color rojo oscuro. Desenfunda su espada de dos filos y la clava en el suelo frente a él; guardan silencio por un momento sin parpadear siquiera… Lóbrego mantiene sus manos a los costados, luce herido y cansado por la batalla, es Nix quien ataca primero sin decir palabra lanzando contra la cabeza de Lóbrego un golpe de su espada, este es interceptado sorpresivamente unos segundos antes por la espada de Lóbrego quien con su pierna derecha lanza una patada al pecho de Nix, con un paso hacia delante se inclina dando una media vuelta y lanza otra patada hacia las piernas de Nix provocando que este caiga al suelo.

- ¡Alto! -se escucha la voz de una mujer en la mente de Lóbrego.

- ¿Quién eres? ¿Qué nuevo truco es este? -Pregunta el Vampiro volteando a buscar insistentemente a Nix, pero este ya no está en el suelo, aparece ahora inmóvil en el aire, flotando. Por un momento Lóbrego se limita a escuchar…”En tu sed de venganza te has deshecho de más de la mitad del grupo que esperaba cruzar al mundo de los hijos de Adán…” "¿Cual será tu castigo ahora...?"

Al sentir una energía tibia que se aproxima hacia él, Lóbrego voltea la mirada y la delicada efigie de una mujer con una tunica color verde oscuro se postra ante su maltrecha figura.

- Voy a presentarme... Soy una hija del Mundo Oscuro.

"Hace miles de años en esta tierra reinaba una Gran Diosa… después, los hombres con sus ambiciones inventaron una religión donde los Dioses Padre gobernaban el universo y persiguieron con violencia a todos aquellos que no admitían este fatuo invento de sus mentes" "Surgieron numerosas creencias que se enfrentaron entre ellas y derramaron la sangre de muchos por afirmar cada una la verdad de su Dios" "Los que adorábamos a la Madre del Mundo casi fuimos exterminados por las fanáticas nuevas creencias y algunos tuvimos que escondernos en las sombras para ocultarnos de la ira exterminadora de los seguidores de los Patriarcales Dioses. Nosotros somos Hijas e Hijos de la Creadora Madre y no creemos en Dioses Celestiales. Nuestros Dioses se hallan en el Submundo, dentro de la misma Tierra…" "Son Fuerzas Creadoras de Vida y nada tienen que ver con las filosofías de los hombres, escucha, Lóbrego, ¡estas dispuesto!… aunque sé que el que te acompaña en tu interior entiende esto mejor, para que comprendas a esas Fuerzas es preciso que la mente y el corazón se hallen vacíos y libres para escuchar su sutil y hermosa voz…" "Soy una Hija de la Oscuridad y busco dentro de todo lo que existe sus ocultos secretos… mis creencias son el misterio y la naturaleza… mis dioses son la Gran Madre y su consorte Set-Hem… ellos son las fuerzas invisibles que sostienen la Vida" "Dentro de este Mundo al que quieres llegar hay otros Mundos Interiores, pero ninguno de ellos sabe coexistir…" "En él se hallan las raíces de todo cuanto existe: la mente, la materia, la vida..." "Ese universo secreto es el Reino de la Madre del Mundo, ella se manifiesta como la Madre Natura pero en verdad es él Alma del Mundo, es también la eternidad más allá del espacio y el tiempo, todos los secretos le pertenecen pues no existe para ella ni pasado ni futuro" "Junto a ella hay otra Fuerza que muchos temen… su nombre es Set-Hem… El inmortal" "Él posee la sabiduría de todo cuanto existe en el mundo y lo dinamiza con su fuerza y su presencia" "Más mi principal cometido es consultar y desentrañar los misterios ocultos en los innumerables elementos de la naturaleza…" "Toda la tierra es un libro que puede ser leído…" "Ya que el espacio y el tiempo son páginas en las que habitamos todos los seres… y dentro de cada ser hay una puerta a otro espacio y otro tiempo…"

- ¡Dime Lóbrego…! ¿Estás seguro que puedes abrir la puerta correcta?

Sin poder contestar y al mantener la atención en las palabras del oráculo, Lóbrego se para frente al umbral y comienza a sentir que una fuerza extraña lo arrastra hacia el interior, mientras más fuerza impone para resistirse, con más fuerza es arrastrado hacia él.

Voltea a su espalda para darse cuenta de que Nix está listo para asestarle un golpe; solo alcanza a abrir los ojos encolerizados para un segundo después desaparecer a través del umbral…

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