El Bosque en Llamas 2ª Parte
Por Cananeo Campos Camacho
Se puede ver a la figura del guerrero perderse entre el humo del bosque en llamas.
De un salto llega a la copa de un árbol, podría hacerlo de otra manera pero él prefiere hacerlo así, le gusta. La excitación, la respiración acelerada son algunas de las cosas que podría llegar a extrañar, pero no se comparan con la extensión de los sentidos que ahora posee, sus pensamientos nuevamente son invadidos por una extraña y recurrente nostalgia mientras de otro salto llega a otro árbol, se detiene un momento a sentir el abrazo del aire caliente de las llamas... ¡tiene que concentrarse!
Sus ropas rojas parecen encenderse con destellos provocados por las llamas... pronto llega al lado oscuro del bosque, el fuego aún no llega a esa parte.
En su otra vida fue un maestro conocedor de grandes artes de guerra pero también sabe de meditación y prudencia, sabe que Pierce puede estar en cualquier lugar, tomando en cuenta eso, se mantiene de pie sobre la rama más alta del árbol, coloca sus manos cerca de su pecho entrecruzando sus dedos en una posición bastante peculiar y comienza a meditar, se alcanza a apreciar que la rama lentamente toma su postura normal; él ya no está encima de ella, se mantiene levitando, suspendido en el aire, siguiendo el rastro energético de Pierce. Un minuto después, su rostro se vuelve confiado, ¡ya sabe donde esta!
De golpe su meditación es interrumpida por una visión que le provoca un sobresalto, desciende lentamente sobre la rama, no puede creer lo que está viendo, la única expresión visible es a través de sus ojos mostrado una gran sorpresa, alcanza a ver un templo y a grandes hombres lobo en lo alto de una montaña “¿abriendo un portal?”, piensa en voz alta –Son demasiados- “¿a dónde están cruzando?, ¿qué es lo que estoy viendo?”, se dice para si, -¿¡humanos!?-.
Del asombro pasa a la incertidumbre al ver en un parpadeo una silueta conocida, el inconsciente lo traiciona y en voz alta grita, -¡estas vivo!...- de su rostro se alcanza a escapar una sonrisa de gran emoción.
- Hermanos-, dice al tiempo que mete su mano por debajo de sus ropas a la altura del pecho.
Su mente es bombardeada por imágenes del momento en que todos juntos intentaban salir de ese mundo y él fue obligado a permanecer en este oscuro lugar, recuerda que hace mucho cuando él era humano, le llamaban “¡dimensiones!”.
No sabe cuanto tiempo ha pasado pero finalmente ya sabe donde buscar y Pierce tendrá que responder muchas preguntas antes de morir…
Está emocionado pues hasta hace un momento pensaba que ninguno de ellos existía aún, pero ni el paso del tiempo en este oscuro mundo, ni lo que le ha parecido una vida en eterna soledad le han hecho olvidar, de entre todas las imágenes que vio en su mente la que se mantiene fresca en su memoria es la de un destello metálico salido de la oreja de una sombría figura a la luz de la Luna, “¡hermano, mis hermanos!”
Baja lentamente como una hoja de árbol, inmediatamente al tocar el suelo comienza a correr, la luz de la Luna se cuela por entre las copas de los árboles mientras él mantiene su veloz paso, ahora tiene más motivos para matarlo, “lo haré hablar, así tenga que dejar su cuerpo sin una gota de sangre y su cerebro en cenizas”, piensa.
Ya en la penumbra del bosque llega a una formación de rocas, “Por aquí debe estar, pero...” medita cuando su atención es distraída por los brillantes ojos del hombre lobo que lo observa agazapado y expectante, la figura del guerrero emite un gruñido al tiempo que de un salto el licántropo se abalanza sobre su presa, al mismo tiempo, el guerrero da un salto hacia atrás para esquivar el feroz ataque pero el lobo es ágil y ataca por sorpresa sin dar tiempo de reaccionar al guerrero quien recibe, en pleno aire, con furia de parte del lobo un buen mordisco en el brazo y un arañazo –mortal- en el pecho...
El guerrero de las sombras es lanzado a metros del lobo quedando inmóvil en el suelo, mientras el lobo acechante, se acerca tratando de mantener la distancia del cuerpo del guerrero que no presenta señal de vida...
El lobo lanza un gran aullido anunciando su victoria, pero sabe que su enemigo debe de ser rematado pues se atrevió a humillarlo. Se acerca al guerrero con las garras listas para hacerlo trizas, lo tiene a sus pies y lanza el primer zarpazo en el mismo momento que su mano es cortada, el lobo aúlla de dolor, al ponerse en pie escucha la voz del guerrero.
- ¡Tú!... Reverenda porquería de animal, ¿en verdad pensaste que tendrías alguna oportunidad?, al pensarlo sólo me demuestras que en verdad careces de inteligencia.
Los aullidos del lobo podrían describirse como una cruza entre la rabia y el dolor, mientras el guerrero espada en mano dice... -¡¿Sabes?!, de repente me dio mucha curiosidad, ¿qué hacían 4 hombres lobo juntos en un bar? -¡Ja-ja!-, se me acaba de ocurrir un chiste para eso, ¡lastima que no vivirás para escucharlo! No te preocupes, aunque sea en pedazos te llevaré a donde puedas responder a todas mis preguntas, lo interesante de esto es que solo faltan unas horas para que amanezca, así no tendré que esperar mucho, mientras tanto, sólo te voy a decir que acabas de romper la botella de vino que tomé de lo que antes llamabas taberna… y eso me ha hecho molestar...
- ¡Vamos! ¡Atácame!, -espada en mano grita el guerrero-, que de tu cuerpo pretendo dejar solo lo indispensable para que puedas responder... no creas que iré cargando toda tu porquería...
Demuéstrame que valió la pena dejarte vivir un poco más y no desesperes, antes de que mueras te daré mi nombre...
Encolerizado el lobo se lanza sobre él...
Gritos y aullidos salen de entre las sombras del bosque... hombre lobo y vampiro se enfrentan en una batalla a muerte, el silencio del bosque es interrumpido con el ruido del crujir de huesos después de que se lanzan uno contra el otro y aunque el lobo comienza a sanar rápido de su herida, no es suficiente, es sorprendido inmediatamente pues el guerrero simplemente pasa por encima de él dando un gran salto esquivando el zarpazo y al mismo tiempo araña la cabeza de este con las garras que salen de su mano izquierda, al estar ya a espaldas del lobo dice en tono sarcástico, -Creo que a eso le llamarías tú usar la cabeza-... no ha terminado de decir eso cuando se inclina rápidamente dando un giro cortando así la pierna izquierda del lobo, este cae al suelo en un charco de sangre, abriendo los ojos por la rabia puede ver al guerrero levitando a unos metros de él.
- ¡Vamos, levántate! aún no hemos terminado-, el guerrero hace brillar la hoja de su espada con la luz de la Luna. -Observando, prácticamente admirando, como se arrastra el lobo tratando de incorporarse mostrando su coraje, el guerrero vuelve la mirada a donde quedó la pierna de este, levanta su mano izquierda dejando salir una ráfaga de fuego que cae sobre la pierna en el suelo y esta comienza a calcinarse.
Mientras tanto, el guerrero piensa, “Me he sentido muerto en vida tanto tiempo… él debe saber algo, ¡tiene que saber!”.
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