Empieza la Guerra Parte 28

Reencuentro
Por Alejandro Echartea
Ve por Zeta


La mansión de Don Carlos está ocupada por medio centenar de Vampiros. Una amalgama de nacionalidades, raza, color y cultura pasea taciturna entre los pasillos de la vieja construcción y las veredas de los jardines bien cuidados, son parte del ejército de la reina Clitemnestra, la Reina de los Vampiros, quien llegó del Viejo Mundo a enfrentar en territorio mexicano al ejército Licántropo del Cacique Xicoténcatl, otros clanes de Vampiros salieron esa misma moche para enfrentar por sorpresa al resto de clanes de Hombres Lobo en distintos lugares del país, la táctica ha dado resultados.

- Casi acaba la noche -dice Clitemnestra a sus Generales-, y ya hemos dado otro golpe mortal a la Coalición de Clanes Licántropos, brindo por eso. –Dice la Reina alzando su copa llena del líquido carmesí.



- Y decenas de Vampiros locales se unen a nuestras filas, su Majestad –Un gigantesco vampiro de poderosos miembros, de barba y cabellos largos trenzados que asemejan espigas de trigo habla haciendo denotar su lugar sobre los otros generales-, pronto tendrá a su disposición al Ejército Nosferatu más grande de la historia.

- Cierto Thor, cierto… -Con un gesto de aprobación la Reina mira placenteramente a su segundo al mando-, ¿quién lo diría? La Leyenda de la Unificación de los Clanes Licántropos terminó por unificar a todos los Clanes Vampiro.

Una oleada de risas salta de las gargantas de los Generales y la Vampiresa mientras, oculta cerca de ese lugar, Eva Mijatovic mejor conocida entre la raza de los Vampiros como la Rosa Roja pasa su mirada del grupo a su Reloj.

En otro lugar, en las profundidades de la mansión, en unas mazmorras que vienen de los tiempos de la colonia, donde Sacerdotes de la Santa Inquisición lograban bajo las más terribles torturas sacar la confesión de pactos demoníacos y crímenes imperdonables a las pobres almas que por azares del destino, terminaban por cruzarse en los caminos de la Santa Iglesia Católica.

- ¿Cuáles son las probabilidades de salir de esto?

- ¿Probabilidades? Hablas como cualquier mortal del siglo XXI –Selkirk Dragon Knight camina tras Luca hacia arriba por las escalinatas hacia fuera de la prisión.

- ¿Estás evadiendo mi pregunta o no sabes que contestar? –Esposado, Luca voltea hacia atrás, hacia el en otros tiempos discípulo y compañero de armas.

- Mmm… si logramos salir de esto te lo diré… -Dice al llegar a una gruesa puerta de madera que se abre a su paso.

Del otro lado de la puerta aparece la figura alta y sensual de una mujer vestida en un entallado traje de piel de color rojo con un par de pistolas Walther P38 guardadas en sus fundas. Sin decir una sola palabra, Eva Mijatovic conduce al viejo Hombre Lobo y al Vampiro por un despejado pasillo hacia el edificio que sirve de garage en la mansión.

Las paredes, de ladrillo rojo y la mullida alfombra aíslan perfectamente aquel solitario pasillo del sonido exterior facilitando la fuga de los tres seres nocturnos.

Al final, llegan a una rústica puerta de cedro por la cual salen al enorme espacio lleno de vehículos clásicos y pinturas apiladas una sobre otra recargadas en la pared. Tres líneas de lámparas con tres lámparas cada una cuelgan del techo iluminando completamente el lugar. Antes de poner un pie dentro, Luca hace una seña ordenando a sus compañeros vampiros que se detengan, después de oler el aire del garage, accede a entrar.

- Las esposas… -Pide Luca a Selkirk ofreciendo las manos al frente. El Vampiro de la oreja de plata toma una pequeña llave del mismo metal y abre el juego de esposas del argento metal liberando al Licántropo.

- El sol no tarda en salir, ¡rápido! –Dice Eva al cerrar y atrancar con una viga la puerta por donde acaban de entrar- ¿Qué vehículo tomamos?

- Yo no sé de vehículos, nunca los he usado, ¿Luca? ¿Qué opinas?

- Tomemos el GTO 68 negro de ahí –Dice señalando a un poderoso vehículo de la Pontiac de vidrios polarizados.

Luca y Eva suben al vehículo haciendo rugir el poderoso motor mientras Dragon Knight abre las enormes puertas del garage, afuera el fresco aire de la madrugada revela la claridad del sol que ya se levanta. Selkirk sale y se asegura de que nadie los vea partir, hace una seña con la mano a Eva quien va al volante y lo hace salir del garage.

El Vampiro camina hacia la puerta del copiloto del pasajero cuando se detiene y grita:

- ¡Arranca vamos arranca!

Eva mira a donde apunta la vista de su amado y ve como de entre los jardines sale el poderoso Vampiro Thor seguido por decenas de sus soldados.

- ¡Selkirk… noooo! –Grita Eva al observar como Selkirk saca de entre sus ropajes la espada samurai con la que siempre pelea.

- ¡Vayan por Zeta! ¡Luca busca a los demás compañeros perdidos!

- ¡Dragon Knight déjame ayudarte! –Grita Luca tratando salir del vehículo, pero este arranca velozmente derribando la alta reja de la entrada- ¿¡Qué haces!?

- No hay tiempo, tenemos una misión que cumplir… -Dice Eva con la mirada fija al camino por donde desaparece el GTO.

- ¡Síganlos! –Grita Thor a sus Vampiros al ver salir al vehículo por la reja derribada. Estos saltan sobre Selkirk quien, con su espada hacía atrás levanta su mano izquierda y la apunta hacia sus excompañeros de batalla. Los primeros Vampiros estallan en llamas mientras Selkirk arremete contra Thor dando un profundo corte a todo lo largo del pecho del musculoso Nosferatu quien retrocede un poco ante el sorpresivo ataque.

- ¡Deténganse! –Ordena Selkirk al resto de los Vampiros- Ellos están bajo mi protección y no quiero luchar con ustedes.

- ¡Traidor! –Grita uno de los soldados.

- No… -Sin saber que decir, Selkirk calla.

De pronto, una presencia poderosa hace estremecer a los Vampiros presentes, Selkirk gira hacia la entrada principal de la Mansión de donde sale la altiva y siempre hermosa Clitemnestra. Thor se levanta derramando el vital líquido sonriendo burlonamente hacia el Caballero de la oreja de plata y este con resignación mira el movimiento lento y seductor de los labios de la Reina de los Vampiros.

- Arde –Dice Clitemnestra al momento que Selkirk se ve prendido en fuego.

En un grito desgarrador, Dragon Knight vuela sobre lo alto de la Mansión convertido en una bola de fuego, una docena de Vampiros hacen lo mismo dirigiéndose a capturar al traidor de su raza. Casi a punto de alcanzar al bólido en llamas ellos mismos explotan en una nube de fuego, humo y cenizas.

El sol ya está en lo alto del cielo.

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